La cuarta entrega de esta saga se nos presenta con el aliciente de ver al reparto original, encabezado por Vin Diesel y Paul Walker.
Jordana Brewster y Michelle Rodriguez completan el elenco al que se suman nuevos rostros como John Ortiz, Laz Alonso y la bellísima Gal Gadot.
Lo bueno de “Fast and furious: aun más rápido” es que no engaña a nadie y ofrece lo que promete. Da bastante rabia cuando uno va al cine pensando que va a ver un tipo de película y se encuentra otra. Los trailers están para captar audiencia y muchas veces se “olvidan” (no les importa) de la esencia del producto que están vendiendo.
Justin Lin dirige esta propuesta y parece conocer el oficio, ya que se encargó de la tercera entrega de “A todo gas” (ambientada en Tokio).
La historia es sencilla, el ritmo frenético (en la mayoría de carreras y persecuciones), las chicas guapas, los malos muy malos… en definitiva cumple a rajatabla los cánones impuestos en este tipo de producciones. Si bien es cierto que no innova demasiado, la secuencia del “casting” de pilotos sería lo más revolucionario, “Fast and furious: aun más rápido” cuenta con Vin Diesel, una estrella que desprende personalidad y que bien se puede poner una película sobre su hombros y hacerla rentable (Pitch Black, xXx, Las crónicas de Riddick dan buena muestra de ello). En esta ocasión también ejerce como productor del film.
Secuencias espectaculares inundan el metraje, haciendo que los amantes del tunning y de las carreras se lo pasen de cine mientras sienten la adrenalina en sus butacas.
Que nadie espere una obra de arte, ni metáforas ni nada por el estilo, “Fast and Furious” es entretenimiento puro y duro, bien realizado y bien interpretado. Hollywood es un buen taller y aquí tiene un vehículo que está ganando en una carrera tan importante como es la taquilla mundial.
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