martes, 26 de mayo de 2009

Crítica de "Ángeles y Demonios"


Ron Howard vuelve a la carga con “Ángeles y demonios”, adaptación de la obra homónima de Dan Brown. No es de extrañar que recurra de nuevo al universo de las conjuras vaticanas tras el éxito cosechado con “El código Da Vinci”.

Tom Hanks interpreta otra vez al profesor Robert Langdon en una nueva aventura que tiene en la ciudad santa, Roma.

Mucho más simple que su predecesora, “Ángeles y demonios” se erige como un mero entretenimiento que nos mantendrá pegados a la butaca mientras asistimos a una carrera contrarreloj en la que el bueno de Langdon tendrá que poner a prueba toda su pericia para desentrañar los misterios y crímenes perpetrados por los Illuminati.

Ewan McGregor, Stellan Skarsgard, y Armin Mueller-Stahl son los rostros conocidos que acompañan a Hanks, interpretando al camarlengo, al comandante y al cardenal Strauss respectivamente. Ayelet Zurer será la científica que le ayude, tomando así el relevo de Audrey Tautou como el elemento femenino de la película.

Sin tiempo para digerir la cantidad de acontecimientos que se van sucediendo a lo largo del metraje, el espectador se pondrá en la piel de Langdon, quien debe resolver la ubicación de los cuatro “preferiti”, los cardenales favoritos para suceder al Santo Padre antes de que sean asesinados. Por si esto no fuese suficiente, la destrucción de la ciudad eterna también está en juego, ya que los Illuminate han robado la antimateria para acabar con la Iglesia.

Con todos estos argumentos, Howard nos muestra un viaje por una recreada Roma, increíbles los escenarios, en la que nos encontramos ciertos atisbos de comicidad en algunas situaciones, en detrimento de todo aspecto romántico entre la pareja protagonista.

No se le puede reprochar demasiado al antaño niño prodigio, ya que las interpretaciones están correctas y la película convence. Hans Zimmer vuelve a demostrar porque es uno de los compositores más reconocidos, dejándonos otra partitura muy atrayente. El guión, y ciertos giros, son lo que más puede llevar a debate por ser un recurso fácil.

En definitiva “Ángeles y demonios” se presenta como un interesante y entretenido viaje a las profundidades de Roma, y de la Iglesia, nada menos que de la mano de Tom Hanks.


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